2021 La Epifanía Negativa del Liderazgo

2021 La Epifanía Negativa del Liderazgo

2021 La Epifanía Negativa del Liderazgo

En este contexto pandémico que en algunos días más llega al año y no parece tener un cambio inminente, la virtualidad llegó para quedarse por muy variados y justificados motivos como seguridad, economía, optimización de recursos, eficiencia y calidad de vida, aunque esta última faceta sigue siendo un desafío para el que la mayoría de los nuevos homeworkers aún no encuentra el equilibrio sustentable.

Una de las etapas necesarias para lograr este equilibrio implica una reinvención del estilo de liderazgo, personal y organizacional para encontrar uno que dé una respuesta holística, considerando a las personas en su propio contexto actual de trabajo, este desde el que entregan valor a la organización y pueda el nuevo liderazgo conjugar esto con los intereses y objetivos del negocio.

Las personas y los equipos siguen necesitando aspectos de la comunicación muy parecidos o iguales a los que ya requerían en el mundo de oficina presencial, la “palmada en la espalda”, el café de pasillo con charlas informales, la sensación del buen clima de trabajo por un chiste en el momento justo, etc., pero la manera en la que esto ocurría, o sea el “como”, no será el mismo de aquí en adelante, pero el “que” y sus efectos pueden ser muy similares, iguales o incluso mejores, dependiendo de las nuevas habilidades que cada líder decida desarrollar en cualquier posición que se ocupe en la organización.

Pero esta decisión no será casual, solo podrá ocurrir luego del primer punto de quiebre que permite reconocer que lo conocido ya no funciona y comenzar así esta adaptación.

Este punto es lo que llamo la Epifanía Negativa e implica una gran sensación de incomodidad, angustia y vacío de rol. Es ese instante en el que el líder se encuentra inmerso en la sensación de tener falta de entendimiento y conocimiento, de no tener ni la más mínima idea de cómo responder o actuar ente diferentes situaciones que este nuevo escenario trajo y esto puede ser hasta abrumador.

Reconocer ese momento de Epifanía Negativa es clave y cada líder debe tomar consciencia de este evento y gestionarlo con intención contundente y consciente para superar la primer gran incomodidad y lograr adentrarse en el camino de la exploración de nuevas formas de hacer, si no, los sistemas primarios de respuesta, tenderán a invisibilizar estos vacíos de conocimiento haciendo chocar al líder con testarudez ciega, una y otra vez ante las mismas situaciones, aplicando gestos que cayeron en desuso y con pobres resultados que solo suman frustración.

Trascender la angustia de “no saber”, que es uno de los puntos más flacos en el modelo de liderazgo pre-agilismo, abrirá un universo de herramientas y nuevos espacios para manifestar simpatías, afectos y soporte en un contacto cercanamente virtual pudiendo gestionar equipos de una manera diferente, integradora y principalmente volverse líderes vulnerables y accesibles hacia la gente.

La clave está en horizontalizar algunas conversaciones, asumiendo una honesta actitud de aprendizaje y curiosidad genuina, para apoyarnos en la capacidad de autorregulación de los equipos y la gestión del saber de otros.

Entonces es necesario brindar espacios de trabajo donde se vivencie la seguridad psicológica para los integrantes de cada equipo, garantizando la posibilidad de compartir nuevas prácticas, sin importar de dónde provienen, con el ánimo de explorar juntos valorando el proceso más que el resultado.

Un nuevo liderazgo es necesario y estamos en tiempos de forjarlo.